Salimos de Ubatuba y como el tiempo seguía malo, apuntamos al sur decididamente. Santos la bordeamos por autopistas, también Peruíbe donde abandonamos la BR 101 momentáneamente y buscamos la rodovía San Paulo - Curitiba. Una vez en ella, a los 80 km, pasando Registro, están unos Postos enormes donde paramos una hora y seguimos viaje ya de noche. El camino pronto comienza a descender las Sierras y fue de terror: una autopista de tres carriles: en una camiones a 80 km/h, en la segunda a 90 y en la tercera a 100 km/h. Todo era un río de ruedas y una trafic pequeña, pequeñina, en la oscuridad de la noche y bajo la lluvia, buscando los huecos salvadores, con un camión delante y otros atrás, manteniendo el ritmo para no quedar aplastado. Aguantamos unos 50 km más y cuando encontramos un súper Posto a nuestra vista, entramos sin vacilar junto con otros camiones también al borde del estrés. Encontramos un lugarcito, una ducha con excelentes baños y a dormir contentos por estar en el reino de los vivos.
A la mañana siguiente, ya sin lluvia, nuevamente a la ruta para recorrer los que parecían últimos 300 km hasta Bombinhas, pero al pasar delante de la entrada a la Estrada da Graciosa no pudimos resistir la tentación y entramos a pesar del tiempo nublado y algo de niebla.
El camino hermoso como siempre, luego la serie de pueblos que hay que cruzar y por último entramos en Paranguá.
Recorrida de costumbre, seguimos por Caiobá, cruce en Balsa, Guaratuba, Joenville, y por fin, a eso de las 20 horas, llegamos a Bombinhas con el odómetro marcando 87679 km. Es decir, poco más de 6000 km recorridos.
Pensamos quedarnos aquí unos días, especialmente teniendo en cuenta el frío que hace.
jueves, junio 23, 2005
miércoles, junio 22, 2005
Paraty - Lunes 20 de junio
Luego del desayuno, seguimos rumbo a Paraty, unos 70 km adelante. Por el camino conocíamos una playa: Gonzalo, que es una belleza y hacia allí apuntamos. Llegamos pero el tiempo estaba encapotado y pronto comenzó a garuar, así que al auto y seguimos para Paraty. Recorrimos por cuarta vez la ciudad mágica de la que estamos enamorados desde que la conocimos hace un montón de años, pero por primera vez con el paraguas desplegado. Sigue siendo bonita y luego de unas horas seguimos viaje. Con dolor pasamos frente al acceso a Trindade, posiblemente la playa más bonita de Brasil (para nosotros), pero no con la lluvia que caía ya que hay que entrar unos 10 kilómetros y luego caminar un par más. Nuestro próximo destino fue Ubatuba, donde llegamos ya de noche y luego de recorrer las costaneras, entrar en varios locales enorme de artesanatos, buscamos el Posto cercano que también ya conocíamos y dormimos con la lluvia de compañera.
lunes, junio 20, 2005
Angras do Reis - Domingo 19 de junio
A la mañana siguiente seguimos rumbo a Río, a unos 140 km y con idea de cruzarlo para bajar luego por la Río Santos. Cruzamos el puente Niteroi Río y nos metimos en la gran ciudad. Había que cruzarla a lo largo, bordear las playas Leblón , Copacabana, Ipanema, etc, etc. Túneles, avenidas, preguntamos, más túneles, más túneles, más preguntas y fuimos saliendo de a poco hasta estar por fin rumbo a Angras con un tráfico pacífico. El camino pronto bordea mar y por 400 km el paisaje se repite en bellezas.
Este camino ya lo hemos recorrido 2 veces, esta es la tercera por lo que algo conocemos. Llegamos a Angras, fuimos a un Shopping a la entrada, compramos algo en el supermercado y en especial usamos los baños. Ya de tardecita fuimos al centro, donde en una plazoleta la Municipalidad ofrecía música al vivo. Pudimos bailar bastante junto con otras parejas luego a otro lugar, frente a una iglesia, donde habían fiestas juninas. Nos divertimos un rato viendo una cuadrilla nordestina y por último fuimos a otra plazoleta donde otros cantantes nos deleitaron con más música y ya a eso de las 23:00 hs rumbeamos a un Posto, bastante céntrico y que ya conocíamos, donde dormimos arrullados por las melodías y ritmos brasileros.
Este camino ya lo hemos recorrido 2 veces, esta es la tercera por lo que algo conocemos. Llegamos a Angras, fuimos a un Shopping a la entrada, compramos algo en el supermercado y en especial usamos los baños. Ya de tardecita fuimos al centro, donde en una plazoleta la Municipalidad ofrecía música al vivo. Pudimos bailar bastante junto con otras parejas luego a otro lugar, frente a una iglesia, donde habían fiestas juninas. Nos divertimos un rato viendo una cuadrilla nordestina y por último fuimos a otra plazoleta donde otros cantantes nos deleitaron con más música y ya a eso de las 23:00 hs rumbeamos a un Posto, bastante céntrico y que ya conocíamos, donde dormimos arrullados por las melodías y ritmos brasileros.
domingo, junio 19, 2005
Arrial do Cabo - Sábado 18 de junio
Temprano, nuestro desayuno y en marcha con un día de sol para Arrial do Cabo. Está a unos 20 km del lugar donde dormimos, por un buen camino que bordea algunos salares, donde aparentemente la obtienen por evaporación.
A la entrada una casilla de informaciones, folletos, charla y de nuevo entramos a una ciudad rodeada de mar.
Primero fuimos a un mirante, en la punta de un morro, con una hermosa vista de la ciudad y del mar que la rodea. Luego a recorrer playas: Playa do Ángel, Prahina donde almorzamos una moqueca, en la playa, bajo una sombrilla. Dormimos siesta aprovechando la sombra y al centro, donde estaba la iglesia Matriz. Una construcción circular, enorme, sobre una elevación, y Cris participó de la misa. Luego de nuevo a la playa do Ángel donde nos dijeron que ala noche habían artesanos. Nos encontramos con una calleja tipo Buzios, muy bonita, con algunos artesanos y uno tocando la viola y cantando en la vereda. Además visitamos la Posada más linda que conocimos: Posada Capitanes de Arena. Nos dejaron recorrerla y nos arrepentimos luego de no habernos quedado, merecíamos un día en ese lugar de tan buen gusto. Ya era de noche y nuevamente al auto y en busca de otro Posto para dormir.
A la entrada una casilla de informaciones, folletos, charla y de nuevo entramos a una ciudad rodeada de mar.
Primero fuimos a un mirante, en la punta de un morro, con una hermosa vista de la ciudad y del mar que la rodea. Luego a recorrer playas: Playa do Ángel, Prahina donde almorzamos una moqueca, en la playa, bajo una sombrilla. Dormimos siesta aprovechando la sombra y al centro, donde estaba la iglesia Matriz. Una construcción circular, enorme, sobre una elevación, y Cris participó de la misa. Luego de nuevo a la playa do Ángel donde nos dijeron que ala noche habían artesanos. Nos encontramos con una calleja tipo Buzios, muy bonita, con algunos artesanos y uno tocando la viola y cantando en la vereda. Además visitamos la Posada más linda que conocimos: Posada Capitanes de Arena. Nos dejaron recorrerla y nos arrepentimos luego de no habernos quedado, merecíamos un día en ese lugar de tan buen gusto. Ya era de noche y nuevamente al auto y en busca de otro Posto para dormir.
sábado, junio 18, 2005
Buzios - Viernes 17 de junio
Anoche dormimos en pleno centro de Buzios, ya que pagamos R$ 3.- de estacionamiento con derecho a permanecer 12 horas, es decir, toda la noche. A la noche caminamos por esta ciudad de reconocimiento internacional, con muchas posadas, con muchos detalles de arquitectos de primer nivel, tranquila, pero muy sofisticada.
A la mañana siguiente nos dedicamos a recorrer playas. Primero un mirante con una buena vista del mar e islas. Luego Playa Brava, Playa Forno donde estuvimos un rato, nos bañamos en el mar a pesar del agua fría, tomamos sol, comimos algo aprovechando la buena sombra donde estaba el auto y seguimos viaje a la playa Ferradura. Mas arena, mas mar y todo llena los ojos y el corazón de bellezas.
A eso de las 15 horas seguimos viaje para Cabo Frío, a unos 30 km. Llegamos pronto pero perdimos tiempo averiguando en un camping que estaba a la entrada: un fiasco, prácticamente abandonado y pretendían R$ 15 c/u. Entramos a la ciudad, una vuelta hasta ubicarnos y estacionamos en una plaza con artesanos, sobre una costanera. Allí se nos hizo de noche y comenzamos la búsqueda de un lugar para dormir, por lo que rumbeamos a la playa Peró, donde hay un Hostal. Unos 5 km y allí lo encontramos, pero no tenía estacionamiento y era regular por lo que retrocedimos y salimos de la ciudad buscando nuestro clásico Posto que encontramos unos 5 km afuera. Allí dormimos cómodos , rodeados de nuestros amigos los camiones y camioneros.
A la mañana siguiente nos dedicamos a recorrer playas. Primero un mirante con una buena vista del mar e islas. Luego Playa Brava, Playa Forno donde estuvimos un rato, nos bañamos en el mar a pesar del agua fría, tomamos sol, comimos algo aprovechando la buena sombra donde estaba el auto y seguimos viaje a la playa Ferradura. Mas arena, mas mar y todo llena los ojos y el corazón de bellezas.
A eso de las 15 horas seguimos viaje para Cabo Frío, a unos 30 km. Llegamos pronto pero perdimos tiempo averiguando en un camping que estaba a la entrada: un fiasco, prácticamente abandonado y pretendían R$ 15 c/u. Entramos a la ciudad, una vuelta hasta ubicarnos y estacionamos en una plaza con artesanos, sobre una costanera. Allí se nos hizo de noche y comenzamos la búsqueda de un lugar para dormir, por lo que rumbeamos a la playa Peró, donde hay un Hostal. Unos 5 km y allí lo encontramos, pero no tenía estacionamiento y era regular por lo que retrocedimos y salimos de la ciudad buscando nuestro clásico Posto que encontramos unos 5 km afuera. Allí dormimos cómodos , rodeados de nuestros amigos los camiones y camioneros.
jueves, junio 16, 2005
Buzios - Jueves 16 de junio
Como a las 07:00 levantamos vuelo y sin desayunar ya que el posto era un hervidero de camioneros y camiones en movimiento. Seguía el día de sol y nos pusimos en marcha rumbo a Macaé, de nuevo sobre el mar. Es una hermosa ciudad, grande como parece son todas las de Brasil. Cruzamos la ciudad y luego entramos en su playa principal: Cavallada. Una hermosa costanera, de primer nivel, rambla de madera, ciclo vía y todo de muy buen gusto. El mar verde y con islas rocosas cercanas. Belleza!. Mas adelante, a unos 20 km, otra ciudad: Río do Rastro. Otra costanera, otra belleza!, más adelante: Barra do San Joan. Cruzamos la ciudad, esta vez pequeña y cruzamos también un puente, al final, sobre el río San Joan. Al cruzar el puente pudimos ver un paisaje sobre el mar, que nos hizo buscar un retorno, cruzar de nuevo el puente de regreso y luego por callecitas llegar al lugar mágico.
Una iglesia, la segunda construida en Brasil, sobre un morro, seguida de una playa con arena de los dos lados: mar en uno y río en el otro. Coqueiros, piedras grandes para trepar, barcitos, música suave y creo que nunca vimos algo tan bonito como ese rincón del paraíso. Estuvimos unas horas caminando y disfrutando el lugar y seguimos viaje, esta vez con Buzios como próximo destino. A eso de las 14:00 hs. llegamos. Oficina de Informaciones, nos dieron plano del lugar y otros folletos, con lo que hicimos nuestra entrada triunfante a la ciudad.
Ahora estamos aquí y en la próxima les contamos de esta bellísima ciudad de Buzios, cara, carísima pero de gran calidad.
Una iglesia, la segunda construida en Brasil, sobre un morro, seguida de una playa con arena de los dos lados: mar en uno y río en el otro. Coqueiros, piedras grandes para trepar, barcitos, música suave y creo que nunca vimos algo tan bonito como ese rincón del paraíso. Estuvimos unas horas caminando y disfrutando el lugar y seguimos viaje, esta vez con Buzios como próximo destino. A eso de las 14:00 hs. llegamos. Oficina de Informaciones, nos dieron plano del lugar y otros folletos, con lo que hicimos nuestra entrada triunfante a la ciudad.
Ahora estamos aquí y en la próxima les contamos de esta bellísima ciudad de Buzios, cara, carísima pero de gran calidad.
Playas de Espíritu Santo - Miércoles 15
Tomamos el café de mañana, preparamos nuestra casita rodante y salimos como a las 09:00 rumbo al sur. La primera playa que encontramos era Guarapary. Una ciudad bastante grande con su playa y costanera. Fotos, caminata y seguimos a Nova Guarapari. Otra ciudad con una hermosa costanera que disfrutamos caminándola un buen rato.
Nuevamente al auto rumbo a la próxima: Meaípe: también otra playa hermosa. Luego Anchieta, Iriri, Piuma y seguían las playas pero a nosotros se nos estaban cruzando las arenas y confundiendo las olas. Cuantas playas hermosas !!!!. Seguimos hasta la próxima: Marataizes, nuevamente una hermosa costanera, arena y mar y nos escapamos rumbo a la BR 101 que estaba a unos 30 km, ya casi plena noche.
Seguimos por la BR unos 80 km., cruzamos una importante ciudad y a la salida un posto Texaco plagado de camiones, por lo que estacionamos también el nuestro y a dormir. Como nota pintoresca, casi al lado nuestro, una camioneta de Paraiba (estado del nordeste), con 6 personajes de los que venden redes (hamacas paraguayas) en las playas, sacó cada uno la suya y colocando la camioneta marcha atrás, a unos 3 metros de una columna, tendieron 5 redes entre la camioneta y la columna, en dos niveles, y allí se acomodaron a dormir, tapados cada uno también con otra red. El sexto en la cabina, tapando con una red el parabrisa. Era una sinfonía de colores.
También nosotros pusimos nuestras cortinas y a dormir, rodeados de todos los camiones de Brasil.
Nuevamente al auto rumbo a la próxima: Meaípe: también otra playa hermosa. Luego Anchieta, Iriri, Piuma y seguían las playas pero a nosotros se nos estaban cruzando las arenas y confundiendo las olas. Cuantas playas hermosas !!!!. Seguimos hasta la próxima: Marataizes, nuevamente una hermosa costanera, arena y mar y nos escapamos rumbo a la BR 101 que estaba a unos 30 km, ya casi plena noche.
Seguimos por la BR unos 80 km., cruzamos una importante ciudad y a la salida un posto Texaco plagado de camiones, por lo que estacionamos también el nuestro y a dormir. Como nota pintoresca, casi al lado nuestro, una camioneta de Paraiba (estado del nordeste), con 6 personajes de los que venden redes (hamacas paraguayas) en las playas, sacó cada uno la suya y colocando la camioneta marcha atrás, a unos 3 metros de una columna, tendieron 5 redes entre la camioneta y la columna, en dos niveles, y allí se acomodaron a dormir, tapados cada uno también con otra red. El sexto en la cabina, tapando con una red el parabrisa. Era una sinfonía de colores.
También nosotros pusimos nuestras cortinas y a dormir, rodeados de todos los camiones de Brasil.
Vitoria (Espíritu Santo) - Martes 14
Temprano, ya que esperaban la entrada de ómnibus de turismo, salimos de nuestro lugarcito y visitamos la iglesia matriz que justo estaba abierta para rezos de rosario. Oro en los altares y alrededores. De allí otras iglesias y una vista desde una que estaba en las alturas de toda la ciudad.
A eso de las 10:00 salimos rumbo a Vitoria por un camino secundario, que luego de unos 100 km empalmaba la BR principal. El camino bueno, todo serranía y curvas y contra curvas, grandes plantaciones de café y caña de azúcar, algunas paradas para disfrutar el viaje, un accidente en la ruta que nos retuvo una hora hasta que sacaron un camión que fue a parar a un pozo y por fin llegamos de noche a Vitoria, capital del estado de Espíritu Santo. De nuevo el río de autos, las avenida con viaductos que te llevan a lugares que no querés, los morros que hacen que todo sea curvo y el norte se transforma en sur. La opción: escapar. Embocamos el tercer puente (así se llama), moderno, sobre un brazo del mar y llegamos a la parte vieja de la ciudad. Seguimos por el Camino del Sol (con peaje), y luego de unos 30 kilómetros llegamos a Santa Mónica y descubrimos una posada pegada a un posto. Averiguamos, era como las 20:00 horas, cansados y con méritos para un buen descanso, así que adentro con gran alegría.
A eso de las 10:00 salimos rumbo a Vitoria por un camino secundario, que luego de unos 100 km empalmaba la BR principal. El camino bueno, todo serranía y curvas y contra curvas, grandes plantaciones de café y caña de azúcar, algunas paradas para disfrutar el viaje, un accidente en la ruta que nos retuvo una hora hasta que sacaron un camión que fue a parar a un pozo y por fin llegamos de noche a Vitoria, capital del estado de Espíritu Santo. De nuevo el río de autos, las avenida con viaductos que te llevan a lugares que no querés, los morros que hacen que todo sea curvo y el norte se transforma en sur. La opción: escapar. Embocamos el tercer puente (así se llama), moderno, sobre un brazo del mar y llegamos a la parte vieja de la ciudad. Seguimos por el Camino del Sol (con peaje), y luego de unos 30 kilómetros llegamos a Santa Mónica y descubrimos una posada pegada a un posto. Averiguamos, era como las 20:00 horas, cansados y con méritos para un buen descanso, así que adentro con gran alegría.
Ouro Preto - Lunes 13
Madrugamos en Lagoa Santa, después de dormir en un posto 24 horas. Tomamos la ruta a Belo Horizonte y luego de unos 30 Km. entramos en la gran ciudad. Un río de autos, avenidas amplias, viaductos, etc. Luego de bastante andar llegamos al lugar del albergue que buscábamos, pero no tenia garaje, era un barrio medio extraño, así que decidimos seguir viaje, por lo que preguntando un poco, siguiendo un auto de uno muy amable, encaramos rápido para Ouro Preto. Para quien le guste el arte sacro, iglesias cubiertas de oro y la explotación del turista, seguro que le gustará mucho, a nosotros, al igual que la vez anterior que fuimos, no nos convenció, así que luego de visitar un museo, una iglesia cerrada, caminar algunas cuadras y almorzar en un restaurante de comida minera, decidimos seguir viaje para la mina de oro y Mariana, primera capital de Mina Gerais y también ciudad histórica, a unos 10 Km. de distancia.
La mina de oro es muy interesante: te sientan en un carrito sujeto con un cable de acero y te llevan a 120 metros de profundidad. Allí bajas y podes caminar por los túneles de granito excavados, algunos con agua cristalina que al reflejar los techos da una extraña sensación de profundidad. La explotación fue de una firma alemana, a partir del 1870 aproximadamente. Molían la piedra y de la molienda separaban el oro.
De la mina a Mariana, ya estaba anocheciendo por lo que recorrimos un poco la ciudad, parecida a Ouro Preto con sus callecitas e iglesias.
Nos indicaron la Terminal Turística para dormir, por lo que allá fuimos: un lugar cerrado por una cadena, con vigilancia nocturna y en pleno centro. Nos permitieron entrar y dormimos históricamente soñando.
La mina de oro es muy interesante: te sientan en un carrito sujeto con un cable de acero y te llevan a 120 metros de profundidad. Allí bajas y podes caminar por los túneles de granito excavados, algunos con agua cristalina que al reflejar los techos da una extraña sensación de profundidad. La explotación fue de una firma alemana, a partir del 1870 aproximadamente. Molían la piedra y de la molienda separaban el oro.
De la mina a Mariana, ya estaba anocheciendo por lo que recorrimos un poco la ciudad, parecida a Ouro Preto con sus callecitas e iglesias.
Nos indicaron la Terminal Turística para dormir, por lo que allá fuimos: un lugar cerrado por una cadena, con vigilancia nocturna y en pleno centro. Nos permitieron entrar y dormimos históricamente soñando.
domingo, junio 12, 2005
Lagoa Santa - Sábado 11 y domingo 12
Nos levantamos temprano, un buen baño y mejor desayuno, nos despedimos del Albergue y al centro de nuevo. Visitamos el Palacio Legislativo, con sus dos cúpulas (!!!!!) e Itamaraty (!!!!!).
Luego de un último paseo con el auto, shopping y almuerzo, salimos rumbo al sur y a Belo Horizonte, a eso de las 17:00 horas.
En Paracatu (a unos 150 Km.), paramos a cargar combustible y estaban por inaugurar la sección pizzería, con sound al vivo, por lo que nos quedamos a esperar el acontecimiento. Un rato de espera y luego de una buena pizza y mejores canciones, reanudamos el camino.
Más adelante dormí una 3 horas y en camino de nuevo, para llegar a las 09:30 a la primera de las cavernas a visitar: Maliqué. Son 610 m de recorrido por los jardines de Bomarzo, de increíble belleza. Grandes salones, cada uno con sus formaciones y cristales distintos, estalactitas y estalagmitas gigantescas, pequeños pasos que daban a otras formaciones coloridas, todo por suerte muy bien iluminado, ya que si hay un corte de luz la oscuridad es absoluta.
Salimos, en el camino almorzamos en un buen restaurante de la ruta y llegamos justo a Lagoa Santa, luego de dar 100 vueltas, para el último turno de visita a otra de las cavernas. Nuevamente increíbles las bellezas que vimos. Salimos ya anocheciendo y estamos ahora en la ciudad de Lagoa Santa, cargando en Internet estas notas.
Seguramente dormiremos en algún lugarcito cerca, y mañana entraremos a Belo Horizonte, con la idea de quedarnos en un hostal.
Un abrazo a los infinitos lectores.
Luego de un último paseo con el auto, shopping y almuerzo, salimos rumbo al sur y a Belo Horizonte, a eso de las 17:00 horas.
En Paracatu (a unos 150 Km.), paramos a cargar combustible y estaban por inaugurar la sección pizzería, con sound al vivo, por lo que nos quedamos a esperar el acontecimiento. Un rato de espera y luego de una buena pizza y mejores canciones, reanudamos el camino.
Más adelante dormí una 3 horas y en camino de nuevo, para llegar a las 09:30 a la primera de las cavernas a visitar: Maliqué. Son 610 m de recorrido por los jardines de Bomarzo, de increíble belleza. Grandes salones, cada uno con sus formaciones y cristales distintos, estalactitas y estalagmitas gigantescas, pequeños pasos que daban a otras formaciones coloridas, todo por suerte muy bien iluminado, ya que si hay un corte de luz la oscuridad es absoluta.
Salimos, en el camino almorzamos en un buen restaurante de la ruta y llegamos justo a Lagoa Santa, luego de dar 100 vueltas, para el último turno de visita a otra de las cavernas. Nuevamente increíbles las bellezas que vimos. Salimos ya anocheciendo y estamos ahora en la ciudad de Lagoa Santa, cargando en Internet estas notas.
Seguramente dormiremos en algún lugarcito cerca, y mañana entraremos a Belo Horizonte, con la idea de quedarnos en un hostal.
Un abrazo a los infinitos lectores.
Brasilia - Viernes 10
A la mañana siguiente, bien temprano, una vuelta caminando de despedida. Calles iluminadas por el sol naciente y hasta tucanes desayunando en una palmera. Visita a una cascada y rumbo a Brasilia.
El camino de serranía suaves, muchos pozos que misteriosamente desaparecen al llegar a la gran capital. Se cruza primero ciudades satélites, una de ellas llamada la ciudad del automóvil que prácticamente es una gran playa de estacionamiento de autos en venta. El acceso bien señalizado y sin dificultad nos metimos en la gran avenida este-oeste que es la principal y donde están los principales edificios. Paramos en un gran parque de estacionamiento para preguntar sobre la Asociación de Albergues, que por suerte estaba cerca y para allá fuimos. Un lugar muy agradable, cercano al centro, en que por R$. 13,50 c/u disponíamos de desayuno y duchas, durmiendo en el auto.
Al día siguiente, desayunando
Así que nos instalamos, arreglamos un poco las cosas y nos fuimos con una carona al centro de Brasilia. Nos dejaron en un shopping, cerca de la terminal de ómnibus, almorzamos, quisimos ir a la catedral que quedaba “cerquita nomás” y aprendimos la regla número 1 de Brasilia: nos fuimos nuevamente al Albergue en un colectivo para buscar el auto, ya que Brasilia sin auto es un suicidio caminando.
detrás de ese círculo de cristales, está el mausoleo del fundador de ese "grupo?", aún sin ocupar
El camino de serranía suaves, muchos pozos que misteriosamente desaparecen al llegar a la gran capital. Se cruza primero ciudades satélites, una de ellas llamada la ciudad del automóvil que prácticamente es una gran playa de estacionamiento de autos en venta. El acceso bien señalizado y sin dificultad nos metimos en la gran avenida este-oeste que es la principal y donde están los principales edificios. Paramos en un gran parque de estacionamiento para preguntar sobre la Asociación de Albergues, que por suerte estaba cerca y para allá fuimos. Un lugar muy agradable, cercano al centro, en que por R$. 13,50 c/u disponíamos de desayuno y duchas, durmiendo en el auto.
Al día siguiente, desayunando
Así que nos instalamos, arreglamos un poco las cosas y nos fuimos con una carona al centro de Brasilia. Nos dejaron en un shopping, cerca de la terminal de ómnibus, almorzamos, quisimos ir a la catedral que quedaba “cerquita nomás” y aprendimos la regla número 1 de Brasilia: nos fuimos nuevamente al Albergue en un colectivo para buscar el auto, ya que Brasilia sin auto es un suicidio caminando.
Volvimos al centro, visitamos la iglesia Catedral que no nos convenció mucho
y luego la torre de TV que nos dio una vista a 85 m de altura de la ciudad y nos permitió ubicarnos “geográficamente”.
. .Vista de la gran avenida central, al fondo: el congreso
Otra vista. El edificio en arco es un shopping, pero no tienen la calidad de los porteños
Recorrimos toda la gran avenida, hasta el palacio Legislativo (las dos cúpulas formando la balanza) y luego al puente Juvelino Kubitchev, que es uno de los que cruzan la gran laguna artificial que casi rodea Brasilia con intención de humidificar el clima seco del lugar. Es un puente colgante pero con tres arcos asimétricos, que lógicamente consideran “el más bonito del mundo”
y como ya había anochecido recorriendo la otra costa, rumbeamos al Albergue haciendo una gran vuelta ya que de noche aparentemente cambian las calles de lugar y por suerte, luego de varios recorridos conseguimos pasar justo frente al albergue. Alegría y alivio, entramos, disfrutamos de los sillones del living y a nuestro auto para un merecido descanso.
Desayuno en el albergue muy bueno y a las 10:00 estábamos visitando el Museo del Aborigen (!!!!!) , que lamentamos no poder sacar fotos en el interior ya que hay trabajos muy hermosos realizados por los indígenas (pueblos originarios...)
Desayuno en el albergue muy bueno y a las 10:00 estábamos visitando el Museo del Aborigen (!!!!!) , que lamentamos no poder sacar fotos en el interior ya que hay trabajos muy hermosos realizados por los indígenas (pueblos originarios...)
y luego el Memorial de JK (!!!), con toda la historia de este político, además de su mausoleo en el piso superior.
De allí a la Capilla de Don Bosco (!!!!!!!!!!!), al lado de un colegio salecianoes una vivencia espiritual vestida de azul.
y el Templo de Buena Voluntad (!!!!!!!!), que forma parte de una universidad de estudios teosóficos.
El templo es una gran cúpula y en su vértice está el cristal "más grande del mundo"
en su interior, en el piso, hay marcada una espiral que se recorre por la franja oscura hasta llegar al centro, justo debajo del cristal, y luego se pasa a la franja clara (se hace la luz en nuestro interior) y se sale recorriendo nuevamente la espiral. Todo en silencio y gran devoción
detrás de ese círculo de cristales, está el mausoleo del fundador de ese "grupo?", aún sin ocupar
Almorzamos muy bien en la sección universitaria y Cris me lo agradece con su mirada (por fín algo distinto al pan con queso !!!)
Llegó la noche, nos fuimos al Edificio del Teatro, una pirámide truncada, y luego, al llamado de la música: una plaza donde desde un palco un conjunto tocaba y el pueblo (nosotros también), danzaban forró. Todo muy brasilero, alegre, descontraido y feliz.
Luego al albergue, después de dar una última vuelta por Brasilia nocturna y sus edificios iluminados, súper felices con el día vivido.Rumbo a Brasilia - Jueves 9
A la mañana siguiente, bien temprano, una vuelta caminando de despedida. Calles iluminadas por el sol naciente y hasta tucanes desayunando en una palmera. Visita a una cascada y rumbo a Brasilia.
El camino de serranía suaves, muchos pozos que misteriosamente desaparecen al llegar a la gran capital. Se cruza primero ciudades satélites, una de ellas llamada la ciudad del automóvil que prácticamente es una gran playa de estacionamiento de autos en venta. El acceso bien señalizado y sin dificultad nos metimos en la gran avenida este-oeste que es la principal y donde están los principales edificios. Paramos en un gran parque de estacionamiento para preguntar sobre la Asociación de Albergues, que por suerte estaba cerca y para allá fuimos. Un lugar muy agradable, cercano al centro, en que por R$. 13,50 c/u disponíamos de desayuno y duchas, durmiendo en el auto. Así que nos instalamos, arreglamos un poco las cosas y nos fuimos con una carona al centro de Brasilia. Nos dejaron en un shopping, cerca de la terminal de ómnibus, almorzamos, quisimos ir a la catedral que quedaba “cerquita nomás” y aprendimos la regla número 1 de Brasilia: nos fuimos nuevamente al Albergue en un colectivo para buscar el auto, ya que Brasilia sin auto es un suicidio caminando.
Volvimos al centro, visitamos la iglesia Catedral que no nos convenció mucho y luego la torre de TV que nos dio una vista a 85 m de altura de la ciudad y nos permitió ubicarnos “geográficamente”. Recorrimos toda la gran avenida, hasta el palacio Legislativo (las dos cúpulas formando la balanza) y luego al puente Juvelino Kubitchev, que es uno de los que cruzan la gran laguna artificial que casi rodea Brasilia con intención de humidificar el clima seco del lugar. Es un puente colgante pero con tres arcos asimétricos, que lógicamente consideran “el más bonito del mundo” y como ya había anochecido recorriendo la otra costa, rumbeamos al Albergue haciendo una gran vuelta ya que de noche aparentemente cambian las calles de lugar y por suerte, luego de varios recorridos conseguimos pasar justo por frente al albergue. Alegría y alivio, entramos, disfrutamos de los sillones del living y a nuestro auto para un merecido descanso.
Desayuno en el albergue muy bueno y a las 10:00 estábamos visitando el Museo del Aborigen (!!!!!) y luego el Memorial de JK (!!!).
De allí a la Capilla de Don Bosco (!!!!!!!!!!!), la Iglesita (!) y el Templo de Buena Voluntad (!!!!!!!!). Describir la capilla de Don Bosco es imposible, es una vivencia espiritual vestida de azul. Ver fotos si se quiere tener una idea, no conozco las palabras necesarias.
Llegó la noche, nos fuimos al Edificio del Teatro, una pirámide truncada, y luego, al llamado de la música: una plaza donde desde un palco un conjunto tocaba y el pueblo (nos también), danzaban forró. Todo muy brasilero, alegre, descontraido y feliz. Luego al albergue, después de dar una última vuelta por Brasilia nocturna y sus edificios iluminados, súper felices con el día vivido.
El camino de serranía suaves, muchos pozos que misteriosamente desaparecen al llegar a la gran capital. Se cruza primero ciudades satélites, una de ellas llamada la ciudad del automóvil que prácticamente es una gran playa de estacionamiento de autos en venta. El acceso bien señalizado y sin dificultad nos metimos en la gran avenida este-oeste que es la principal y donde están los principales edificios. Paramos en un gran parque de estacionamiento para preguntar sobre la Asociación de Albergues, que por suerte estaba cerca y para allá fuimos. Un lugar muy agradable, cercano al centro, en que por R$. 13,50 c/u disponíamos de desayuno y duchas, durmiendo en el auto. Así que nos instalamos, arreglamos un poco las cosas y nos fuimos con una carona al centro de Brasilia. Nos dejaron en un shopping, cerca de la terminal de ómnibus, almorzamos, quisimos ir a la catedral que quedaba “cerquita nomás” y aprendimos la regla número 1 de Brasilia: nos fuimos nuevamente al Albergue en un colectivo para buscar el auto, ya que Brasilia sin auto es un suicidio caminando.
Volvimos al centro, visitamos la iglesia Catedral que no nos convenció mucho y luego la torre de TV que nos dio una vista a 85 m de altura de la ciudad y nos permitió ubicarnos “geográficamente”. Recorrimos toda la gran avenida, hasta el palacio Legislativo (las dos cúpulas formando la balanza) y luego al puente Juvelino Kubitchev, que es uno de los que cruzan la gran laguna artificial que casi rodea Brasilia con intención de humidificar el clima seco del lugar. Es un puente colgante pero con tres arcos asimétricos, que lógicamente consideran “el más bonito del mundo” y como ya había anochecido recorriendo la otra costa, rumbeamos al Albergue haciendo una gran vuelta ya que de noche aparentemente cambian las calles de lugar y por suerte, luego de varios recorridos conseguimos pasar justo por frente al albergue. Alegría y alivio, entramos, disfrutamos de los sillones del living y a nuestro auto para un merecido descanso.
Desayuno en el albergue muy bueno y a las 10:00 estábamos visitando el Museo del Aborigen (!!!!!) y luego el Memorial de JK (!!!).
De allí a la Capilla de Don Bosco (!!!!!!!!!!!), la Iglesita (!) y el Templo de Buena Voluntad (!!!!!!!!). Describir la capilla de Don Bosco es imposible, es una vivencia espiritual vestida de azul. Ver fotos si se quiere tener una idea, no conozco las palabras necesarias.
Llegó la noche, nos fuimos al Edificio del Teatro, una pirámide truncada, y luego, al llamado de la música: una plaza donde desde un palco un conjunto tocaba y el pueblo (nos también), danzaban forró. Todo muy brasilero, alegre, descontraido y feliz. Luego al albergue, después de dar una última vuelta por Brasilia nocturna y sus edificios iluminados, súper felices con el día vivido.
viernes, junio 10, 2005
Pirenópolis - Miércoles 8 de junio
A la mañana dejamos el hotel luego de un suculento desayuno “a la brasilera” y nos fuimos al shopping Flamboyant, y que luego de varias idas y venidas por la ciudad, conseguimos embocarlo.
Es enorme, uno de los mas grandes de Brasil según el folleto. Estuvimos mas de tres horas caminando, almorzamos y con tiempo salimos para Pirenópolis, que queda medio de pasada por el camino a Brasilia y es una ciudad histórica. Llegamos cerca de las 16 horas y nos encontramos con una ciudad pequeña, muy parecida a Paraty, que recorrimos su centro caminando con mucho placer y paz en el corazón. Llegamos a la iglesia principal, de 1750, que hace un par de años se incendio totalmente. Fue una gran pérdida para la comunidad, así que están en trabajos de restauración.
A la noche vimos el partido de fútbol Argentina – Brasil desde la calle, ya que estacionamos el auto justo frente a la ventana de una posada y compartiéndolo con varios policías. Todo con una gran buena onda, a pesar del 3 x 1 con que le ganamos.
En un localcito, una artesana enhebraba collares de semillas. Cris se acercó a charlar y resultó tener dos títulos universitarios, tesis, viajes al exterior y vende artesanía a Suiza. Soltera, sin hijos y una gran simpatía. Vivía en Brasilia pero ahora largó todo por la paz de Pirenópolis.
A la tardecita, visitando una iglesia , se nos acercó un hombre de unos 55 años, con su bici y un rastillo y pala. Son argentinos?, de donde? - De Oberá. - Estuve hace unos años parando varios meses en el hotel internacional. Luego de media hora de charla, le grabamos un mensaje de saludo para la dueña del hotel que aprecia mucho.
Dormimos estacionando el auto frente a la catedral quemada, bajo la vigilancia amable de los policías que pasaban haciendo sus rondas y a la mañana nos saludaron despidiéndonos.
Es enorme, uno de los mas grandes de Brasil según el folleto. Estuvimos mas de tres horas caminando, almorzamos y con tiempo salimos para Pirenópolis, que queda medio de pasada por el camino a Brasilia y es una ciudad histórica. Llegamos cerca de las 16 horas y nos encontramos con una ciudad pequeña, muy parecida a Paraty, que recorrimos su centro caminando con mucho placer y paz en el corazón. Llegamos a la iglesia principal, de 1750, que hace un par de años se incendio totalmente. Fue una gran pérdida para la comunidad, así que están en trabajos de restauración.
A la noche vimos el partido de fútbol Argentina – Brasil desde la calle, ya que estacionamos el auto justo frente a la ventana de una posada y compartiéndolo con varios policías. Todo con una gran buena onda, a pesar del 3 x 1 con que le ganamos.
En un localcito, una artesana enhebraba collares de semillas. Cris se acercó a charlar y resultó tener dos títulos universitarios, tesis, viajes al exterior y vende artesanía a Suiza. Soltera, sin hijos y una gran simpatía. Vivía en Brasilia pero ahora largó todo por la paz de Pirenópolis.
A la tardecita, visitando una iglesia , se nos acercó un hombre de unos 55 años, con su bici y un rastillo y pala. Son argentinos?, de donde? - De Oberá. - Estuve hace unos años parando varios meses en el hotel internacional. Luego de media hora de charla, le grabamos un mensaje de saludo para la dueña del hotel que aprecia mucho.
Dormimos estacionando el auto frente a la catedral quemada, bajo la vigilancia amable de los policías que pasaban haciendo sus rondas y a la mañana nos saludaron despidiéndonos.
miércoles, junio 08, 2005
En Goiania - Martes 7 de junio
Llegamos hoy a Goiania, capital de Goias. Anoche, luego de estar en Itumbara, salimos de la ciudad como para encontrar un lugar para dormir. Nada en las afueras, así que no tuvimos más remedio que seguir por la ruta a la pesca de un lugar seguro. Dios ayuda, ya que a unos 50 Km. y cerca de las 23:00 horas, un manojo de luces y una hermosa Petrobras que, según un cartel, fue seleccionada como una de los 50 mejores postos. Varios camiones, lanchonete, unos baños impecables y muy amablemente nos indicaron un lugar especial para dormir. Así que nos quedamos levantados un rato recorriendo el "Shopping Posto" y a la cama. Hoy temprano, desayuno bajo los árboles del posto y a la ruta continuando con su colección de pozos. Lamentablemente, los últimos 300 km dejaron mucho que desear.
El paisaje muy lindo, tierra colorada e infinitos cultivos de caña de azúcar, algodonales, mandarina, cafetales, ananás, etc. Todo en cantidades infinitas.
Unos 150 Km antes de Goiania, entramos unos 50 Km para conocer Caldas Novas y Rio Quente. Son lugares de aguas termales de bastante fama en Brasil. Nada que ver, que me perdonen los brasileros pero las nuestras son mas lindas, mejor organizadas y mucho mas accesible el ingreso. Así que luego de visitar el río Quente (aguas tibias), nos fuimos a la ciudad de Caldas Novas, similar a Río Hondo (Argentina), todo dedicado al turismo. Un par de horas después, seguimos viaje a Goiania.
Llegamos a eso de las 15:30 horas. Una ciudad enorme, con su tránsito endemoniado y río de autos. Llegamos a la zona centro y cuando vimos el primer cartel de HOTEL no nos importó la fachada de cuatro estrellas ni el nombre raro: Kananxué, preguntamos y adentro. Habitación 213, nos dimos una buena duuuuuuuuuucha y ahora estamos recorriendo el centro que no es muy amigable una vez que comienza a oscurecer, así que cuando terminemos de escribir en el cyber iremos al hotel a descansar. Brasilia queda a unos 250 Km. y nos parece que debe ser mas atractivo.
El paisaje muy lindo, tierra colorada e infinitos cultivos de caña de azúcar, algodonales, mandarina, cafetales, ananás, etc. Todo en cantidades infinitas.
Unos 150 Km antes de Goiania, entramos unos 50 Km para conocer Caldas Novas y Rio Quente. Son lugares de aguas termales de bastante fama en Brasil. Nada que ver, que me perdonen los brasileros pero las nuestras son mas lindas, mejor organizadas y mucho mas accesible el ingreso. Así que luego de visitar el río Quente (aguas tibias), nos fuimos a la ciudad de Caldas Novas, similar a Río Hondo (Argentina), todo dedicado al turismo. Un par de horas después, seguimos viaje a Goiania.
Llegamos a eso de las 15:30 horas. Una ciudad enorme, con su tránsito endemoniado y río de autos. Llegamos a la zona centro y cuando vimos el primer cartel de HOTEL no nos importó la fachada de cuatro estrellas ni el nombre raro: Kananxué, preguntamos y adentro. Habitación 213, nos dimos una buena duuuuuuuuuucha y ahora estamos recorriendo el centro que no es muy amigable una vez que comienza a oscurecer, así que cuando terminemos de escribir en el cyber iremos al hotel a descansar. Brasilia queda a unos 250 Km. y nos parece que debe ser mas atractivo.
martes, junio 07, 2005
Goias - Lunes 6 de junio
Acabamos de llegar a Goiás (la provincia, o estado para Brasil) y estamos en Itumbará, una ciudad importante justo en el límite entre Mina Gerais y Goias, ¡pero en Goias!. Llegamos a eso de las 21:00 horas y entramos a la ciudad para poder escribir nuestro viaje.
De Ourinhos salimos como a las 08:00 horas, luego de desayunar y charlar con los playeros de la estación de servicio muy amables y bromear sobre el partido del miércoles. Están muy agrandados los brasileros luego del 4-1 con Paraguay, pero todos gente muy amable las que hemos encontrado, con rasgos de pueblo o del interior y no de gran capital (porteños).
Rumbo al norte, por la BR 369. A las 9:00 llegamos a Marilia, entramos como para ir a un Shopping y caminar un rato, pero abrían a las 10:00 así que seguimos viaje a San Juan de Rio Preto, 130 Km. más adelante. Tuvimos que hacer un desvío (puente en reparación) que alargó el camino unos 40 Km., pero al mediodía llegamos, previo almuerzo (rodizio), en un hermoso lugar sobre la ruta, muy bien atendido.
En Río Preto sí encontramos un Shopping con un Hiper anexo, así que estuvimos un par de horas recorriendo el lugar, estirando las piernas y haciendo compras para el camino. Seguimos viaje, muchos cultivos de caña de azúcar bordeando el camino y hasta el infinito. A cada rato nos cruzábamos con los camiones cargados de caña (peligro: el camión arrastra dos acoplados) y con destilerías enormes para producir el alcohol.
También con grandes plantaciones de café y cuando entramos en Mina Gerais, plantaciones de ananá. Lógicamente paramos en un puesto sobre la ruta y compramos 3 para el camino, después de hablar como media hora con el vendedor. Todo un personaje, de 42 años, con dos hijos estudiando ingeniería y una hija de 15 años, también con grandes proyectos. Y todo vendiendo ananá en la ruta !!!!.
Los últimos 130 Km. bastante pozos, ya plena noche y mucho tránsito de camiones por lo que fue pesado y medio pero llegamos a Itumbará, ciudad de unos 200000 habitantes y estamos en un cyber frente a la plaza, actualizando el viaje.
La moral esta a 10 y con grandes paisajes y próximos a cosas a descubrir. Pronto nos iremos a un posto a hacer el nido y mañana, a unos 150 Km., estaremos en Caldas Novas que es una región de aguas termales y que inclusive hay un río de aguas a 50 grados (algo de eso dicen algunos sitios de internet por lo que iremos a verificar). Allí pasaremos seguramente el resto del día.
Seguiremos con la historia quizá el miércoles, desde Goiania.
De Ourinhos salimos como a las 08:00 horas, luego de desayunar y charlar con los playeros de la estación de servicio muy amables y bromear sobre el partido del miércoles. Están muy agrandados los brasileros luego del 4-1 con Paraguay, pero todos gente muy amable las que hemos encontrado, con rasgos de pueblo o del interior y no de gran capital (porteños).
Rumbo al norte, por la BR 369. A las 9:00 llegamos a Marilia, entramos como para ir a un Shopping y caminar un rato, pero abrían a las 10:00 así que seguimos viaje a San Juan de Rio Preto, 130 Km. más adelante. Tuvimos que hacer un desvío (puente en reparación) que alargó el camino unos 40 Km., pero al mediodía llegamos, previo almuerzo (rodizio), en un hermoso lugar sobre la ruta, muy bien atendido.
En Río Preto sí encontramos un Shopping con un Hiper anexo, así que estuvimos un par de horas recorriendo el lugar, estirando las piernas y haciendo compras para el camino. Seguimos viaje, muchos cultivos de caña de azúcar bordeando el camino y hasta el infinito. A cada rato nos cruzábamos con los camiones cargados de caña (peligro: el camión arrastra dos acoplados) y con destilerías enormes para producir el alcohol.
También con grandes plantaciones de café y cuando entramos en Mina Gerais, plantaciones de ananá. Lógicamente paramos en un puesto sobre la ruta y compramos 3 para el camino, después de hablar como media hora con el vendedor. Todo un personaje, de 42 años, con dos hijos estudiando ingeniería y una hija de 15 años, también con grandes proyectos. Y todo vendiendo ananá en la ruta !!!!.
Los últimos 130 Km. bastante pozos, ya plena noche y mucho tránsito de camiones por lo que fue pesado y medio pero llegamos a Itumbará, ciudad de unos 200000 habitantes y estamos en un cyber frente a la plaza, actualizando el viaje.
La moral esta a 10 y con grandes paisajes y próximos a cosas a descubrir. Pronto nos iremos a un posto a hacer el nido y mañana, a unos 150 Km., estaremos en Caldas Novas que es una región de aguas termales y que inclusive hay un río de aguas a 50 grados (algo de eso dicen algunos sitios de internet por lo que iremos a verificar). Allí pasaremos seguramente el resto del día.
Seguiremos con la historia quizá el miércoles, desde Goiania.
lunes, junio 06, 2005
Maringá - Domingo 5 de junio
Llegamos a Maringa a las 10:30 y un automovilista al que le preguntamos como llegar al centro, nos respondió: siganmeN (igual que Menem). Así que con ese amable guía nos aventuramos por avenidas arboladas de una ciudad relativamente nueva y con fama de ser la que más metros cuadrados por habitante tiene de verde.
En el centro está la catedral, que es un cono de 120 metros de altura, rodeada de vitrales, moderna y hermosa, en el medio de un parque importante. La visitamos, sacamos las fotos de rigor y luego a preocuparnos de las cosas materiales: buscamos una panadería, luego a comprar hielo y Cris se fue a la Catedral a escuchar misa de 12.
A la salida almorzamos en un selfservice y luego al parque Inguá en busca de sombra. Una belleza, varias hectáreas, caminos apaisajados cruzando arboledas y animalitos varios del señor, cocodrilos del Pantanal (cerca de por medio), arará de varios colores (jaula de por medio), cisnes (agua de por medio), monitos por los árboles y caminamos un par de horas por ese pequeño paraíso en pleno centro de la ciudad, ya que estaba a cinco cuadras de la catedral.
A eso de las 17:00, ya el sol en retirada, reiniciamos el viaje, rumbo primero a Marialba que es una pequeña ciudad a 15 Km. de Maringa, donde intentamos encontrar a Sandra (cantaba en Raffain, nuestro lugar para bailar en Foz) pero no tuvimos suerte, así que continuamos para Londrina y Ourinhos. Todo autopista, unos 200 km y varios peajes saladitos.
En las afueras de Ourinhos conseguimos un Posto adecuado y a dormir.
En el centro está la catedral, que es un cono de 120 metros de altura, rodeada de vitrales, moderna y hermosa, en el medio de un parque importante. La visitamos, sacamos las fotos de rigor y luego a preocuparnos de las cosas materiales: buscamos una panadería, luego a comprar hielo y Cris se fue a la Catedral a escuchar misa de 12.
A la salida almorzamos en un selfservice y luego al parque Inguá en busca de sombra. Una belleza, varias hectáreas, caminos apaisajados cruzando arboledas y animalitos varios del señor, cocodrilos del Pantanal (cerca de por medio), arará de varios colores (jaula de por medio), cisnes (agua de por medio), monitos por los árboles y caminamos un par de horas por ese pequeño paraíso en pleno centro de la ciudad, ya que estaba a cinco cuadras de la catedral.
A eso de las 17:00, ya el sol en retirada, reiniciamos el viaje, rumbo primero a Marialba que es una pequeña ciudad a 15 Km. de Maringa, donde intentamos encontrar a Sandra (cantaba en Raffain, nuestro lugar para bailar en Foz) pero no tuvimos suerte, así que continuamos para Londrina y Ourinhos. Todo autopista, unos 200 km y varios peajes saladitos.
En las afueras de Ourinhos conseguimos un Posto adecuado y a dormir.
domingo, junio 05, 2005
En viaje - Sábado 4 de junio
Después de largos preparativos, a las 18:00 horas del sábado 4 de junio de 2005 salimos por fin de viaje, marcando el odómetro 81444 Km. A las 22:00 horas cruzábamos la frontera y 30 minutos después bailábamos en nuestro lugarcito de siempre, en Foz do Iguazú. Cenamos una pizza de palmitos, sin caipirinha ya que iba a seguir manejando y de mas está decir que la pasamos de 10.
A la 01:30 horas reiniciamos el viaje rumbo a Cascabel, a unos 130 Km de Foz. Llegamos medio cansados y en un centro de atención al viajero, en la misma autopista, hicimos noche luego de solicitar autorización, más que nada para hacernos notar y que nos cuiden de noche. Temprano a la mañana siguiente, otra vez en ruta, por la BR 369, con destino a Maringa donde queríamos conocer especialmente su iglesia matriz: un cono de cemento al estilo de “ o más grande del mundo”.
A la 01:30 horas reiniciamos el viaje rumbo a Cascabel, a unos 130 Km de Foz. Llegamos medio cansados y en un centro de atención al viajero, en la misma autopista, hicimos noche luego de solicitar autorización, más que nada para hacernos notar y que nos cuiden de noche. Temprano a la mañana siguiente, otra vez en ruta, por la BR 369, con destino a Maringa donde queríamos conocer especialmente su iglesia matriz: un cono de cemento al estilo de “ o más grande del mundo”.
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