Ayer viernes amaneció también con un cielo celeste y mar calmo, así que rápidamente planeamos la expedición. Cargamos en Pegaso a Kiriri y nos fuimos a Gancho do Fora. Es un pequeño puerto de barcas de pescadores donde quedó Pegaso y nosotros embarcamos con idea de recorrer un tramo de costa que encierra seguramente bellezas a descubrir.
Salida esquivando barcos con gaviotas marineras...
Superando la boca del puerto y girando hacia babor, sorteamos islas de roca y encaramos hacia un resort 5 estrellas ( Re$ 1800.' la diaria...)
Que tiene un puente que une "continente" con una isla y hacia allí pusimos proa con la intensión de pasar bajo el puente
Casi no lo conseguimos ya que unos metros antes del puente el calado era de unos 15 cm ya que se había rellenado con arena para cortar el paso a "intrusos", pero Kiriri pasó dejando la huella de su quilla en la arena y luego gloriosamente bajo el puente con nuestra mejor "cara de pau". Comentamos que al regreso fue el mismo recorrido, con el agregado que en la isla había una pareja de huéspedes que al vernos nos sacaron fotos y saludaron (pobres... tenían cara de aburridos y fuimos la "nota" del día).
Continuamos esquivando cultivos de mariscos,
Hasta ver una playita a babor y hacia allí pusimos rumbo...
Un "tronco sillón" que trajo la marea
Y en esa playita vive cerca un matrimonio maravilloso, Vanderley y Fátima, con quienes compartimos una larga charla de lo que es la vida en ese lugar, rodeado de tanta naturaleza. Prometimos volver y traerles copia de las fotos y ellos nos regalaron una bolsita con chirimoyas recién cosechadas, además de su simpatía y sabiduría...
Continuamos en el siguiente post... pero lo ya remado fue Pura Vida !!!
Continuamos la navegación bordeando de lejos la ciudad de Gancho do Medio
Y nuevamente otra playa desierta nos llamaba...
Y hacia allá fuimos...
Desde la playa se veía la Catedral de Ganchos y el cementerio que está al lado
Cris exploró y encontró "millones de bromelias", orquideas, plantas y hojas curiosas, que se prometió volver para seguir disfrutando de esa vegetación virgen y tan variada. Pero había que regresar, ya era cerca de las 12, así que nuevamente al agua y en una remada a ritmo "de carrera", regresamos a Gancho do Fora 
dispuestos a curtir el almuerzo en el Restaurante do Edu (es el edificio de la derecha en la foto anterior), frente al mar y viendo a Kiriri descansando.
Luego de recuperar energías, a Palmas nuevamente y a comenzar a preparar el cierre de la casa hasta un próximo regreso, ya que hoy nos vinimos a Bombinhas y ya pensando en el regreso a Oberá... pero... que hermosos paseos pudimos concretar con Kiriri y la ayuda de días de sol y mar tranquilo !!!... Gracias Kiriri... fuiste Pura Vida !!!!
