Paraty es una ciudad histórica que quedó plastificada en el tiempo. Antiguo puerto de donde salía el oro a Portugal, con un gran desarrollo por esa causa, luego en pocos años fue reemplazada por Río como puerto de salida y cayó rápidamente en el olvido conservándose entonces sus casas e iglesias sin nuevos edificios que los reemplacen. Las calles de acceso están cruzadas por cadenas prohibiendo el tránsito y caminar por sus calles es revivir su historia, además que según cuentan sus habitantes, la cárcel hace muchos años que está vacía y tienen recuerdos únicamente de un borracho que pasó una noche encerrado en ella. Es decir, que a las doce de la noche se puede caminar por ella, dialogando con sus fantasmas que seguramente habitan los rincones.
Al llegar a ella con Pegaso, primera inquietud es donde dormir, la solución: la cancha de basquet de un colegio católico que está a las puertas de Paraty histórico y, como estaban de vacaciones, la habilitaron para nosotros, además con baños y sin límites de horario para entrar y salir.
Solucionado ese tema, a caminar y disfrutar
Al día siguiente, luego de caminar sus calles necesitábamos playa y mar para matizar el día de sol y como Paraty no tiene en sus costas playas de nuestro gusto, continuamos unos kilómetros en busca de la playa Gonzalo, asi se llama, que nos recomendaron.
Pasamos por estos lugares
pero seguimos hasta llegar, estacionamos bajo los cocos
cruzamos un pequeño rio un bar sobre la playa
lógico... una cervecita....y a disfrutar el mar...y a buscar el próximo destino: Angras do Rei
viernes, julio 25, 2003
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