Como a las 07:00 levantamos vuelo y sin desayunar ya que el posto era un hervidero de camioneros y camiones en movimiento. Seguía el día de sol y nos pusimos en marcha rumbo a Macaé, de nuevo sobre el mar. Es una hermosa ciudad, grande como parece son todas las de Brasil. Cruzamos la ciudad y luego entramos en su playa principal: Cavallada. Una hermosa costanera, de primer nivel, rambla de madera, ciclo vía y todo de muy buen gusto. El mar verde y con islas rocosas cercanas. Belleza!. Mas adelante, a unos 20 km, otra ciudad: Río do Rastro. Otra costanera, otra belleza!, más adelante: Barra do San Joan. Cruzamos la ciudad, esta vez pequeña y cruzamos también un puente, al final, sobre el río San Joan. Al cruzar el puente pudimos ver un paisaje sobre el mar, que nos hizo buscar un retorno, cruzar de nuevo el puente de regreso y luego por callecitas llegar al lugar mágico.
Una iglesia, la segunda construida en Brasil, sobre un morro, seguida de una playa con arena de los dos lados: mar en uno y río en el otro. Coqueiros, piedras grandes para trepar, barcitos, música suave y creo que nunca vimos algo tan bonito como ese rincón del paraíso. Estuvimos unas horas caminando y disfrutando el lugar y seguimos viaje, esta vez con Buzios como próximo destino. A eso de las 14:00 hs. llegamos. Oficina de Informaciones, nos dieron plano del lugar y otros folletos, con lo que hicimos nuestra entrada triunfante a la ciudad.
Ahora estamos aquí y en la próxima les contamos de esta bellísima ciudad de Buzios, cara, carísima pero de gran calidad.
jueves, junio 16, 2005
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