importante... ver primero la primera parte !
Nos dirigimos entonces a la reserva pingüinera... primero una casilla de ingreso donde un guardafauna nos explicó sobre la vida y obra de los pingüinos
y ya expertos entonces sobre el tema, seguimos con el auto hasta el ingreso a un sendero autoguiado, donde luego de conocer su hábitat, comenzamos a ver pingüinos y más pingüinos
y luego nos acompañó otro guardafauna y con más explicaciones llegamos a la playa donde otros miles de pingüinos se preparaban para regresar a sus nidos y además, una ballena y su ballenato se dispusieron a darnos un show de saltos y coletazos en el agua, como a unos 500 metros de la costa.
Terminado el espectáculo, al auto y nuevamente al sur, más al sur, hasta donde acaba la ruta provincial 1, ya que supuestamente allí nacia el arco iris. Unas instalaciones petroleras, alambrado y cartel amenazador cortaban el paso, pero no decía: prohibido avanzar, por lo tanto, seguimos nuestro rumbo unos 500 metros más hasta que se acabó el camino
Pero el faro estaba más allá y todavía seguía el doble alambrado, a la derecha el chileno, a la izquierda el argentino, bastante deteriorado el pobre pero era nuestra patria y por lo tanto a seguir caminando entre la mezcla de piedras, arena y pajonal, rumbo al faro que se veía cercano
y llegamos al monolito que marcaba el final de nuestro territorio. Más allá, la playa y el estrecho de Magallanes
Consideramos que era el lugr y el momento de destapar la botella de champagne que traíamos para tan especial ocasión
y brindar por la Ruta 40, que unió tantos amores en tantos años y kilómetros, y agradecer a la vida y a Dios que nos a dado tanto (frase de T.M.de P que se la sigo robando...)
Luego retrocedimos hasta donde había quedado Pegaso, inicio de la ruta provincial 1 y que declaramos con clara y potente voz, como para que escuchen desde Magallanes hasta nuestros tiempos y los que vendrán, que allí está el kilómetros cero de la ruta 40 en las coordenadas
Sur 52º 23´38,7" - Oeste 68º 25´ 41,4"
Brindamos nuevamente y no olvidamos de tributar también con champagne a tan generosa tierra y a Pegaso, compañero de aventuras.
Luego de esta emotiva ceremonia, emprendimos el regreso a Río Gallegos, donde estamos ahora y mañana seguiremos para Río Turbio, ahora si siguiendo la Ruta 40, de la cual ya hicimos 130 km. y nos faltan nada más que 5.000......
Gracias a todos que colaboraron para que podamos tener esta alegría. Pura Vida en la ruta 40 !!!