
En un extremo de esta playa hay un "mini morro" que se interna en el mar y se puede recorrer por un sendero rodeado de vegetación hasta un grupo de piedras final. Allí estuvimos un par de horas disfrutando el sol, el paisaje y la soledad de ser "turistas" fuera de temporada.



Otras playas, barquitos, gaviotas y una gran paz

Ya comenzando a oscurecer, una última foto de agradecimiento a nuestro Pegaso, adornado con las banderitas patrias, por llevarnos a tan hermosos lugares
