Los que hemos tenido la opotunidad de visitar las playas brasileras, recordamos la BR 101 como la mágica ruta que enlaza las infinitas playas de su litoral. Recuerda bastante nuestra mágica RUTA 40, que recorre nuestra cordillera y ambas superan los 5000 km de paisajes increíbles en su belleza.
Pero la BR 101, en su cometido de unir playas, alcanza su máxima belleza en el tramo conocido como la RIO - SANTOS, que por unos 500 km bordea las playas o trepa por morros de vegetación subtropical plena sin dejar de verse por entre los árboles el azul del mar e infinitas islas.
La habíamos recorrido una vez con un Peugeot 504, parando en hoteles, pero ahora la haríamos en nuestro flamante Pegaso que hacía tres meses habíamos comprado, haciendo nuestra primera experiencia en un Motorhome.
Así que un 18 de julio salimos de Oberá rumbo a Bernardo de Irigoyen ( 270 km ), cruce a Brasil y de allí a Curitiba (unos 700 km). Hicimos noche en un posto y a la mañana siguiente rodeamos esta ciudad por autopistas, tomando la que lleva a San Pablo, en que a los 200 km, en Registro, hay un parador que merece estar un par de horas reponiendo fuerzas y disfrutando sus instalaciones con una ciudad de los niños... y también una iglesia, plaza y un fuerte
Repuestas las fuerzas, se sigue unos 80 km por la autopista y allí hay un desvío hacia la derecha, es decir, rumbo al mar, que por unos 40 km nos lleva a Peruibe y sus playas, donde renace la BR 101 que había sido interrumpida por una enorme reserva natural.
Una recorrida por la ciudad, especialmente la parte sud en que la naturaleza parece virgen todavía y ahora si, a seguir la costa del mar rumbo norte, por unos 70 km, pasando por San Vicente, pequeña ciudad donde una multitud de gente nos atrajo y era un festival imperdible
Con payasos Bellezas nordestinas... Música brasilera... y ya cerca de las 12 de la noche seguimos los pocos kilómetros que nos faltaba para llegar a Santos, importante puerto de San Pablo, que cruzamos por la costanera hasta tomar la balsa que nos cruzó a Guaruyá, cerca de las 01 hs continuamos cruzando la isla, casi una ciudad, hasta llegar al embarcadero de la próxima balsa (unos 20 km ) que nos llevaría nuevamanete al continente. Allí nos detuvimos y a dormir, esperando la mañana para cruzar.
domingo, julio 20, 2003
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