El jueves, luego de entrar en internet, regresamos al hotel, cenamos un corderito patagónico muy bueno y a dormir en cama mullida y grande y con calefacción. Por lo tanto, la novena etapa se inicio el viernes bien entrada la mañana: salimos a las 10:50 rumbo sur (que original ! ), pero por la RUTA 40 !. Todo el camino que hicimos por esta ruta fue de ripio, algunos tramos piedra mas gruesa pero en la mayoría sepodia transitar a 80 km/h sin problemas. A los 120 km esta el desvío para la Cueva de las Manos, son 42 km. Para allá fuimos ya que es patrimonio de la humanidad y esta en la Argentina. Llegamos a las 14:00 y tuvimos que esperar hasta las 15 hs que salía la proxima visita con guía. Aprovechamos a ver el paisaje, es una cañadón de 200 m de profundidad con el río rodeado de sauces corriendo abajo, también comimos y ordenamos la Trafic. A las 15 hs puntual se inició la caminata, un grupo de 20 personas. Se baja unas escalinatas hasta comenzar a bordear las piedras a unos 50 metros del borde superior. Alli están las pinturas, en tres niveles de antigûedad: desde los 9000 años, hasta los 1500 años antes de hoy. Espero que las fotos den una buena idea de estas maravillas y de las explicaciones del guía habrá que buscarlas con el google porque realmente valen la pena. Fue bueno habernos desviado.
A las 17:15 emprendimos el regreso a la Ruta 40 y continuamos el viaje. Unos 200 km más adelante, desviamos a Gobernador Gregores en busca de un lugar para dormir y también combustible.
Llegamos a las 22:20 y nos dijeron que no había combustible pero que a las 04:00 llegaba el camión, así que dormimos pendientes del ruido hasta las 03:00 en que efectivamente llegó un camión de YPF con el preciado líquido. A la mañana tempreno cargamos combustible y seguimos la ruta. Más adelante, en una parada para desayunar, pudimos ver una manada grande de guanacos al que intente acercarme para fotografiar, pero a unos 70 m salieron corriendo. Aprovechamos también para curiosear la microflora paragónica, que con sus caracteristicas propias del clima pataqgónico, tienen una belleza increible.
Tambíen vimos varias familias de ñandues: la mama con 5 ó 7 hijos, que salian corriendo del borde de la ruta al acercarnos.
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