
El camino bordea el lago y se ve el ventisquero que lo alimenta. También, de frente, el Fitz Roy nos muestra el rumbo oeste permanentemente.


Una belleza que hace olvidar el ripio y el fuerte viento en contra. Llegamos a la entrada de la ciudad a las 13:50 donde un centro de informaciones nos explicó los caminos de trekkin posibles y nos ayudó a elegir uno para la tarde.

El lugar también está lleno de europeos y sus euros y, además de conocer la ciudad, el fuerte son la excursiones caminando, es decir “trekkin” y trekkin que a ellos les apasiona. Fuimos al lugar de salida de nuestro trekkin elegido. Estacionamos la Trafic, nos equipamos según indicaciones del folleto y a caminar !!!.

En dos horas llegamos a nuestro destino: un mirador que nos permitía ver un paisaje de nieve y montaña que hacía olvidar en un instante el esfuerzo. En todo el camino nos cruzamos lógicamente con europeos variados, especialmente alemanes y franceses, los argentinos parecemos los invitados.

Y al pié de la montaña, nos esperaba fielmente Pegaso

Luego de la caminata, visita a la iglesia y luego nos regalamos una cena: pizza y ensalada griega, rociado con cerveza negra, todo al pie del Fitz Roy; de lujo !!


Ya era de noche y estábamos cansados, así que con la Trafic buscamos un lugar en que habían varios otros autos y carpas, frente al centro de interpretación. Allí pasamos la noche durmiendo con el cansancio de los andinistas, luego de hacer cumbre.



Una hora más tarde, entrábamos a Calafate. Una hermosa ciudad, varias cuadras de centro comercial con negocios de excelente arquitectura la mayoría.


Averiguamos la ida al glaciar que está a 80 Km. más, paseamos por el centro, hicimos las compras y ahora Cris fue a misa, a las 20:00 y yo estoy en internet. Con esto termina esta 9° etapa, que se completará con los comentarios del Glaciar Perito en una 3° parte.
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