Cerca de las 08:30 seguimos viaje rumbo a María Grande, con un día de sol hermoso y no menos hermosos paisajes de Entre Ríos.
Estuvimos en las termas unas cuantas horas y a eso de las 14:00 de nuevo a la ruta con rumbo ahora si a Oberá.
Llegamos el viernes a las 00:30 horas, indicando el odómetro 80111 Km, con lo que resultan unos 5.500 Km. recorridos en total.
jueves, abril 28, 2005
miércoles, abril 27, 2005
En camino de regreso a Oberá
Ya en plan de regreso a Oberá, salimos de Jesús María a las 08:30 como para llegar a San Francisco al mediodía. Almorzamos con Nilda y Pedro pasando un momento muy agradable y luego seguimos viaje rumbo a Santa Fe donde llegamos a eso de las 18:00 para visitar a Ana María Simonello, con quien pasamos una hora charlando muy entretenidos a pesar de los serios problemas de salud que esta llevando con su gran entereza. Ya anocheciendo seguimos cruzando la ciudad, y a la salida entramos en un Shopping Hipermercado donde se nos fue una hora por lo que salimos de allí ya de noche, cruzamos el túnel y un poco mas adelante encontramos una estación de servicio El Sol, donde hicimos noche.
lunes, abril 25, 2005
Cerro Colorado
El destino es Cerro Colorado, un caserío que esta a unos 120 Km. al norte de Jesús María, por la ruta 9, y allí se encuentra un parque nacional como reserva de pinturas rupestres. Salimos cerca de las 10:00 y llegamos por buenos caminos bordeando campos impecablemente sembrados, hasta internarnos los últimos 10 Km. por algo de serranía y cruce de arroyos de aguas cristalinas.
El parque es modesto en lo que ofrece al turista. Pagamos $1.- de ingreso y eso incluye el guía que nos acompañó en los dos circuitos, de 100 metros cada uno quizá, en los que se pueden observar algunas pinturas rupestres de 1500 años de antigüedad. De todos modos, el paisaje y la magia del lugar es suficiente para justificar el paseo.
Luego fuimos a la casa de Atahualpa Yupanqui, unos 3 Km. desde allí por muy mal camino para el auto en algunos trechos, pero vale el esfuerzo. Se llega a la casa donde paso muchos años, especialmente los de la dictadura. La han transformado en museo y conservan el dormitorio como quizá fue usado el último día. Está al borde de un arroyo, al pié de unas sierras y sus cenizas, junto a las del Chúcaro, están en esa tierra a la sombra de un algarrobo.
No se puede dejar de escuchar su guitarra mezclado con la brisa, el golpear del agua en las piedras del arroyo y el trinar de los pájaros que aprendieron su cantar escuchándolo.
El parque es modesto en lo que ofrece al turista. Pagamos $1.- de ingreso y eso incluye el guía que nos acompañó en los dos circuitos, de 100 metros cada uno quizá, en los que se pueden observar algunas pinturas rupestres de 1500 años de antigüedad. De todos modos, el paisaje y la magia del lugar es suficiente para justificar el paseo.
Luego fuimos a la casa de Atahualpa Yupanqui, unos 3 Km. desde allí por muy mal camino para el auto en algunos trechos, pero vale el esfuerzo. Se llega a la casa donde paso muchos años, especialmente los de la dictadura. La han transformado en museo y conservan el dormitorio como quizá fue usado el último día. Está al borde de un arroyo, al pié de unas sierras y sus cenizas, junto a las del Chúcaro, están en esa tierra a la sombra de un algarrobo.
No se puede dejar de escuchar su guitarra mezclado con la brisa, el golpear del agua en las piedras del arroyo y el trinar de los pájaros que aprendieron su cantar escuchándolo.
domingo, abril 24, 2005
Capilla de Buffo y Candonga
Con Paula nos fuimos a las sierras a visitar un par de capillas: primero la de Buffo, cerca de Unquillo. Costó bastante encontrarla pero llegamos, valió la pena. Es una capilla donde están la esposa, la hija y por último el Sr. Buffo.
De allí, a la capilla de Candonga. El camino es regular y de serranía bastante brava. Bien indicado y con hermosos paisajes. También es una hermosa capilla, bastante famosa en Córdoba.
De allí, a la capilla de Candonga. El camino es regular y de serranía bastante brava. Bien indicado y con hermosos paisajes. También es una hermosa capilla, bastante famosa en Córdoba.
sábado, abril 23, 2005
Santa Catalina
Paseo a Santa Catalina. Es una estancia jesuítica que queda en el borde de la ciudad de Jesús María y fuimos caminando ya que son unas 15 cuadras aproximadamente.
Está muy bien conservada y en su interior implementaron un museo con piezas de la época que le da vida al conjunto. Vale la pena hacer 100 Km. para visitarla y mucho más si estamos tan cerca. Además nos trae recuerdos de nuestro noviazgo, en que fueron frecuentes las visitas 40 años atrás.
A la noche, a bailar a Puerto Caroya !!!!!
Está muy bien conservada y en su interior implementaron un museo con piezas de la época que le da vida al conjunto. Vale la pena hacer 100 Km. para visitarla y mucho más si estamos tan cerca. Además nos trae recuerdos de nuestro noviazgo, en que fueron frecuentes las visitas 40 años atrás.
A la noche, a bailar a Puerto Caroya !!!!!
lunes, abril 18, 2005
XII EMCI
Tomé el ómnibus en Córdoba para San Juan, donde se realizó el XII EMCI hasta el viernes 22, en que tome a la noche el ómnibus de regreso a Córdoba. Fueron cuatro días de trabajo en el congreso, matizado con algunos momentos de cálida confraternidad en el gran grupo que formamos.
viernes, abril 15, 2005
Difunta Correa
A eso de las 08:00 emprendimos la marcha, saliendo de San Juan rumbo a Vallecitos, donde esta el santuario de la Difunta Correa, aproximadamente 70 kilómetros. Es un lugar al que concurre mucha gente, de todo el país, agradeciendo según ellos infinidad de gracias alcanzadas por su intermedio dejando algún testimonio. Al día siguiente, sábado, llegaban 2700 jinetes a caballo de todo el país y también vecinos, en una marcha que se hace todos los años. Como manifestación de fe, es una de las más importantes del país.
Seguimos viaje cruzando La Rioja, entrando a Córdoba por Cruz del Eje y llegamos a Jesús María a eso de las 21:00, con mucha alegría por el paseo realizado.
Seguimos viaje cruzando La Rioja, entrando a Córdoba por Cruz del Eje y llegamos a Jesús María a eso de las 21:00, con mucha alegría por el paseo realizado.
jueves, abril 14, 2005
Leoncito
Un día frío pero de sol, el auto arrancó bien y salimos, luego de desayunar, rumbo a Leoncito para visitar el observatorio astronómico y también Pampa del Leoncito. El camino asfaltado, cumbres nevadas sobre la cordillera y los verdes iluminados por el sol. Todo es brillante y nuestro ánimo también.
Unos 40 Km. adelante está la entrada al observatorio que en realidad es un parque nacional. Por caminos arbolados y quebradas llegamos al observatorio donde pudimos hacer una visita guiada ($5.- c/u) que nos permitió ver por dentro las instalaciones y conocer un poco la tarea que realizan allí los científicos. La altura es de unos 1800 m.s.n.m. por lo que había que caminar tranquilos.
Ya de regreso del Parque, justo del otro lado del asfalto, está la entrada a Pampa de Leoncito; es una pista de arcilla endurecida de unos 17 km de largo y 2 de ancho, donde se hacen carreras de windcar que alcanzan velocidades de 130 Km/h.
Recorrimos unos kilómetros con el auto, las fotos de rigor y regreso a Barrial, donde almorzamos en un pequeño restourant y seguimos viaje rumbo a San Juan capital, pero a los pocos kilómetros entramos en un camino de ripio de unos 500 metros de longitud, pero que nos llevaron a un paisaje increíble de rocas, para apreciarlas en la mas absoluta soledad. El lugar se llama El Alcázar, imperdible!.
Más adelante, el camino de asfalto desciende bastante bruscamente y en un tramo de unos 5 Km. es de una sola mano: montaña por un lado y precipicio por el otro, por lo que tuvimos que esperar nuestro turno. Los paisajes hermosos y bordeando en gran parte el río San Juan.
Llegamos a San Juan capital ya oscureciendo, buscamos una ACA para cargar combustible y luego, unas 10 cuadras más adelante encontramos otra ACA mucha más grande donde nos dieron autorización para dormir, así que estacionamos en un lugarcito tranquilo, dimos una vuelta caminando, comimos algo y a dormir.
Unos 40 Km. adelante está la entrada al observatorio que en realidad es un parque nacional. Por caminos arbolados y quebradas llegamos al observatorio donde pudimos hacer una visita guiada ($5.- c/u) que nos permitió ver por dentro las instalaciones y conocer un poco la tarea que realizan allí los científicos. La altura es de unos 1800 m.s.n.m. por lo que había que caminar tranquilos.
Ya de regreso del Parque, justo del otro lado del asfalto, está la entrada a Pampa de Leoncito; es una pista de arcilla endurecida de unos 17 km de largo y 2 de ancho, donde se hacen carreras de windcar que alcanzan velocidades de 130 Km/h.
Recorrimos unos kilómetros con el auto, las fotos de rigor y regreso a Barrial, donde almorzamos en un pequeño restourant y seguimos viaje rumbo a San Juan capital, pero a los pocos kilómetros entramos en un camino de ripio de unos 500 metros de longitud, pero que nos llevaron a un paisaje increíble de rocas, para apreciarlas en la mas absoluta soledad. El lugar se llama El Alcázar, imperdible!.
Más adelante, el camino de asfalto desciende bastante bruscamente y en un tramo de unos 5 Km. es de una sola mano: montaña por un lado y precipicio por el otro, por lo que tuvimos que esperar nuestro turno. Los paisajes hermosos y bordeando en gran parte el río San Juan.
Llegamos a San Juan capital ya oscureciendo, buscamos una ACA para cargar combustible y luego, unas 10 cuadras más adelante encontramos otra ACA mucha más grande donde nos dieron autorización para dormir, así que estacionamos en un lugarcito tranquilo, dimos una vuelta caminando, comimos algo y a dormir.
miércoles, abril 13, 2005
Aguas Negrass - 4780 m.s.n.m.
Desayunamos a eso de las 08:00, preparamos el equipaje, dejamos el hotel y al auto pero sorpresa: no quiso arrancar. Otra 4x4 del equipo de Carmen Yazalde tampoco arrancaba, así que me plegué al equipo de auxilio, empujamos, presté la soga para remolcarlo con un ómnibus del hotel, y cuando arrancó pedí reciprocidad que por supuesto, de muy buen agrado, me remolcaron y arrancó nuestro Pegaso. Mientras, mi copiloto charlaba con Carmencita y foto mediante para inmortalizar tan sublime momento.
Salimos entonces como a las 10:00 rumbo a Las Flores, unos 10 Km., de donde sale el camino al paso de Aguas Negras, nuestra máxima prueba de altura y aventura. A los 500 metros de Las Flores está la aduana argentina, donde paramos, nos atendió un gendarme joven de Concepción de la Sierra por lo que recibimos el tratamiento VIP de compatriotas, nos dieron ajo para superar el apunamiento y a seguir.
Hicimos unos 20 Km. de camino llano, asfaltado, directamente a la cordillera que estaba en el horizonte, luego más cerca, más cerca, y un cartel nos previno que dos siglos atrás, un grupo de argentinos San Martinianos siguió este mismo camino a pié, con mulas que arrastraban cañones.
Y llegamos al pié de la cordillera y comenzamos a subir, a subir, a subir hasta llegar, unos kilómetros más adelante, a otro control de gendarmería donde también nos trataron muy amablemente, nos dieron cebolla esta vez y retuvieron los documentos como para asegurarse que el viaje era hasta la frontera nada mas. Seguimos subiendo pero ahora por camino de tierra, bordeando permanentemente el río Aguas Negras y subiendo, subiendo, la nieve se acercó a nosotros, también el hielo, más y más nieve en el borde del camino y se sigue subiendo.
El camino cada vez más angosto por la nieve y llegamos a los esperados e increíbles penitentes allí, al alcance de nuestra mano. Paramos el auto pero no nos bajamos por temor a la altura ya que necesitábamos toda nuestras fuerzas para seguir hasta la frontera y volver.
Y llegamos a la frontera, a los 4780 m.s.n.m., sacamos las fotos de rigor sobre la linea que divide las aguas, en un marco cordillerano nevado, solos con Dios y recordando muchos afectos que siempre nos acompañaron en los mejores momentos de nuestro viaje. Iniciamos el regreso entusiasmados con la perspectiva de bajar, bajar y bajar para llegar hasta donde el aire es respirable y llena los pulmones.
Unos guanacos nos saludaron cruzando el camino poco antes de llegar al primer puesto de gendarmería, charla con el gendarme Espejo que nos había dado la cebolla, devolución de los documentos y seguimos bajando por camino asfaltado hasta la aduana. Otra charla y a seguir el camino ya que la intención era llegar a Calingasta, unos 150 km más adelante.
Este paso lo piensan mejorar para que esté habilitado todo el año, mediante un túnel de 15 kilómetros de largo y aparentemente ya está la financiación de los Chinos. El proyecto lo avalan las provincias de Santa Fe, Córdoba y San Juan. Sin el túnel, solo esta abierto de diciembre hasta marzo – abril.
En Las Flores buscamos un lugar con árboles y sombra al costado de la ruta, comimos algo y pocos kilómetros más adelante está Iglesias donde abandonamos el asfalto para cruzar por un camino polvoriento y de piedra gruesa en algunos tramos, pasamos por Tocota y 85 kilómetros después retomamos el asfalto en Villa Nueva, poco antes de llegar a Calingasta. Este camino no fue una experiencia grata y aconsejamos continuar por el asfalto en Iglesias.
Pero llegamos a Calingasta que no nos gustó y aunque ya era de tardecita y próximo a caer la noche, seguimos viaje a Barreal, que tiene mejor fama, por lo menos de ser una villa turística.
Llegamos ya de noche, encontramos una estación de servicio YPF donde nos destinaron un lugar apropiado para dormir, recorrimos un poco el pueblo, nos gustó, compramos algo en un mercadito y a comer y dormir en nuestro palacio.
Salimos entonces como a las 10:00 rumbo a Las Flores, unos 10 Km., de donde sale el camino al paso de Aguas Negras, nuestra máxima prueba de altura y aventura. A los 500 metros de Las Flores está la aduana argentina, donde paramos, nos atendió un gendarme joven de Concepción de la Sierra por lo que recibimos el tratamiento VIP de compatriotas, nos dieron ajo para superar el apunamiento y a seguir.
Hicimos unos 20 Km. de camino llano, asfaltado, directamente a la cordillera que estaba en el horizonte, luego más cerca, más cerca, y un cartel nos previno que dos siglos atrás, un grupo de argentinos San Martinianos siguió este mismo camino a pié, con mulas que arrastraban cañones.
Y llegamos al pié de la cordillera y comenzamos a subir, a subir, a subir hasta llegar, unos kilómetros más adelante, a otro control de gendarmería donde también nos trataron muy amablemente, nos dieron cebolla esta vez y retuvieron los documentos como para asegurarse que el viaje era hasta la frontera nada mas. Seguimos subiendo pero ahora por camino de tierra, bordeando permanentemente el río Aguas Negras y subiendo, subiendo, la nieve se acercó a nosotros, también el hielo, más y más nieve en el borde del camino y se sigue subiendo.
El camino cada vez más angosto por la nieve y llegamos a los esperados e increíbles penitentes allí, al alcance de nuestra mano. Paramos el auto pero no nos bajamos por temor a la altura ya que necesitábamos toda nuestras fuerzas para seguir hasta la frontera y volver.
Y llegamos a la frontera, a los 4780 m.s.n.m., sacamos las fotos de rigor sobre la linea que divide las aguas, en un marco cordillerano nevado, solos con Dios y recordando muchos afectos que siempre nos acompañaron en los mejores momentos de nuestro viaje. Iniciamos el regreso entusiasmados con la perspectiva de bajar, bajar y bajar para llegar hasta donde el aire es respirable y llena los pulmones.
Unos guanacos nos saludaron cruzando el camino poco antes de llegar al primer puesto de gendarmería, charla con el gendarme Espejo que nos había dado la cebolla, devolución de los documentos y seguimos bajando por camino asfaltado hasta la aduana. Otra charla y a seguir el camino ya que la intención era llegar a Calingasta, unos 150 km más adelante.
Este paso lo piensan mejorar para que esté habilitado todo el año, mediante un túnel de 15 kilómetros de largo y aparentemente ya está la financiación de los Chinos. El proyecto lo avalan las provincias de Santa Fe, Córdoba y San Juan. Sin el túnel, solo esta abierto de diciembre hasta marzo – abril.
En Las Flores buscamos un lugar con árboles y sombra al costado de la ruta, comimos algo y pocos kilómetros más adelante está Iglesias donde abandonamos el asfalto para cruzar por un camino polvoriento y de piedra gruesa en algunos tramos, pasamos por Tocota y 85 kilómetros después retomamos el asfalto en Villa Nueva, poco antes de llegar a Calingasta. Este camino no fue una experiencia grata y aconsejamos continuar por el asfalto en Iglesias.
Pero llegamos a Calingasta que no nos gustó y aunque ya era de tardecita y próximo a caer la noche, seguimos viaje a Barreal, que tiene mejor fama, por lo menos de ser una villa turística.
Llegamos ya de noche, encontramos una estación de servicio YPF donde nos destinaron un lugar apropiado para dormir, recorrimos un poco el pueblo, nos gustó, compramos algo en un mercadito y a comer y dormir en nuestro palacio.
martes, abril 12, 2005
Termas de Pismanta
A la mañana siguiente, recorrida por el centro de San José, cargamos la garrafita de gas que estaba medio floja, visitamos la iglesia que albergaba un cristo negro tamaño natural y otras imágenes antiguas y a la ruta de nuevo rumbo a Rodeo, por la cuesta del viento.
Fueron unos 50 Km. de grandes paisajes, bordeando el río Jáchal por uno de los lados y paredones de piedras con su sinfonía de colores cambiantes por el otro. En uno de los tramos bajamos a explorar la garganta del río, en que el curso se encajona por un pasaje angosto y en otro nos internamos caminando por unos paredones imposibles y también exploramos cuevas.
Para remate, al final de ese tramo llegamos al dique Cuesta del Viento, con las aguas contenidas por laderas de piedra talladas por el viento formando un paisaje lunar increíble. Allí se practica windserf , pero supongo que a debe ser de alta velocidad, ya que el viento es una constante.
Luego de llenarnos los ojos de esas maravillas, continuamos por un valle lleno de verdes, hasta llegar al Hotel Termas Pismanta, cerca de las 15:00. Hablamos en la recepción, está a cargo de una cooperativa de los mismos empleados, nos atendieron muy bien y nos ubicamos en el cuarto 312. Dejamos todo rápido, nos dimos una ducha merecida y a las termas.
Son cuartos privados, para una o dos/tres personas. Entramos en una de ellas, cerramos la puerta, nos pusimos cómodos y al agua caliente (42 ° ). Placer de los dioses, griegos y romanos juntos, luego de varios días a bordo de la Trafic que mucho disfrutamos también pero esto . . ., a 2000 m de altura, teniendo todo un hotel a nuestra disposición . . ., fue sumergirnos en otra dimensión y por supuesto nos quedamos más de lo aconsejado ya que en algún momento quise ponerme de pié y sentí un mareo y debilidad peligrosa por lo que le pedí a Cris que también saliera agarrándonos de los caños que previsoramente estaban colocados en las paredes, hasta sentarnos en una silla salvadora donde quedamos quietos recuperando suficientes fuerzas para vestirnos, abrir la puerta, respirar aire fresco y buscar unos hermosos sillones donde nos derrumbamos convencidos que por algo dicen que no mas de 15 minutos.
Una larga siesta en cama con sábanas y a la noche fuimos a cenar en el mismo hotel, donde había un menú fijo pero abundante y excelente. En el comedor también estaba Carmen Yazalde, quien con un equipo estaban filmando una promoción del hotel o de una crema para damas. Para cerrar el día, otro baño termal pero esta vez solo y no mas de 10 minutos, estando Cris de guardia.
Fueron unos 50 Km. de grandes paisajes, bordeando el río Jáchal por uno de los lados y paredones de piedras con su sinfonía de colores cambiantes por el otro. En uno de los tramos bajamos a explorar la garganta del río, en que el curso se encajona por un pasaje angosto y en otro nos internamos caminando por unos paredones imposibles y también exploramos cuevas.
Para remate, al final de ese tramo llegamos al dique Cuesta del Viento, con las aguas contenidas por laderas de piedra talladas por el viento formando un paisaje lunar increíble. Allí se practica windserf , pero supongo que a debe ser de alta velocidad, ya que el viento es una constante.
Luego de llenarnos los ojos de esas maravillas, continuamos por un valle lleno de verdes, hasta llegar al Hotel Termas Pismanta, cerca de las 15:00. Hablamos en la recepción, está a cargo de una cooperativa de los mismos empleados, nos atendieron muy bien y nos ubicamos en el cuarto 312. Dejamos todo rápido, nos dimos una ducha merecida y a las termas.
Son cuartos privados, para una o dos/tres personas. Entramos en una de ellas, cerramos la puerta, nos pusimos cómodos y al agua caliente (42 ° ). Placer de los dioses, griegos y romanos juntos, luego de varios días a bordo de la Trafic que mucho disfrutamos también pero esto . . ., a 2000 m de altura, teniendo todo un hotel a nuestra disposición . . ., fue sumergirnos en otra dimensión y por supuesto nos quedamos más de lo aconsejado ya que en algún momento quise ponerme de pié y sentí un mareo y debilidad peligrosa por lo que le pedí a Cris que también saliera agarrándonos de los caños que previsoramente estaban colocados en las paredes, hasta sentarnos en una silla salvadora donde quedamos quietos recuperando suficientes fuerzas para vestirnos, abrir la puerta, respirar aire fresco y buscar unos hermosos sillones donde nos derrumbamos convencidos que por algo dicen que no mas de 15 minutos.
Una larga siesta en cama con sábanas y a la noche fuimos a cenar en el mismo hotel, donde había un menú fijo pero abundante y excelente. En el comedor también estaba Carmen Yazalde, quien con un equipo estaban filmando una promoción del hotel o de una crema para damas. Para cerrar el día, otro baño termal pero esta vez solo y no mas de 10 minutos, estando Cris de guardia.
lunes, abril 11, 2005
Ischigualasto (Valle de la Luna )
A las 09:00 estábamos en la entrada del parque, listos para la excursión. Se juntaron unos 5 autos, entre ellos una combi con excursionistas que venían de Valle Fértil. Todos en caravana iniciamos el paseo, con un guía que iba en la combi y previo pago de $ 10.- c/u. Varias paradas por el camino, donde nos bajábamos, escuchábamos al guía, sacábamos las correspondientes fotos y nuevamente al auto para seguir el paseo.
En total unas 02:30 horas en que llegamos al punto de partida y luego la visita al museo paleontológico, que depende de la Universidad de San Juan, donde una chica, con mucho entusiasmo, nos explicó las maravillas que estaban enterradas en ese parque.
A eso de las 14:00 seguimos rumbo a Talampaya. Para eso tuvimos que retomar el camino a Baldecitos, cruzar a La Rioja y tomar la ruta 26, paralela al límite con San Juan, siguiendo para el norte unos 50 Km., hasta la entrada al parque. Por ser jubilados no pagamos entrada, pero cuando llegamos, unos 10 Km. mas adelante, a la casilla de guarda parques, allí nos enteramos que el paseo se hace únicamente con unas camionetas que tiene asientos en la caja y a un costo de $ 25.- c/u. Los comentarios en el libro de visitantes eran pésimos, ya que consideraban que el mayor éxito era el de llenarlos de tierra y no había agua al regreso como para una mínima higiene. Como no regresábamos nosotros a un hotel fijo y si a un hotel rodante sin ducha, desistimos del paseo y continuamos camino con destino final en San José de Jáchal.
Una vez recorridos los 10 Km. de salida del parque, retomamos el rumbo norte. En Pangacillo un control sanitario nos obligó a comer las frutas que llevábamos y en Villa Unión, con una hermosa vista del Famatina, a mano derecha del camino ( 6.200 m), doblamos a la izquierda tomando la Ruta 40 (¡!). Pronto cruzamos una serranía, paisajes muy bonitos, dunas de arena para jugar y el placer de estar transitando por ¡LA 40!.
Cruzamos el límite y nuevamente en San Juan, poco después de pasar por Agua Hedionda, el camino se divide justo después de un control bromatológico que nos indicó tomar por la izquierda. Ya estaba atardeciendo, el asfalto se transformó en tierra y el camino comenzó a trepar y trepar, la noche cayó llenando de mantos negros el paisaje de montaña y continuamos trepando, cruzando un túnel cavado en piedra blanca, hasta llegar a un dique del que solo se veía el espejo de agua brillando de a ratos por alguna luz que seguramente llevaba algún fantasma iluminando su camino. Bordeando el agua, al camino fue poblándose de casitas, luces de calles y poco kilómetros después apareció San José de Jáchal con sus 19.000 habitantes.
A la entrada, una estación de servicio del ACA, por lo que pedimos autorización para dormir y solucionado ese problema, seguimos rumbo al centro para comer algo. Recorrida por varios lugares que nos indicaban pero todos cerrados: abren después de las 21:30 y como estábamos cansados, rumbeamos para el ACA, Cris preparó una sopa riquísima y nos dormimos pensando en reptosaurios, paisajes, montañas y túneles. ¡Una belleza todo!
En total unas 02:30 horas en que llegamos al punto de partida y luego la visita al museo paleontológico, que depende de la Universidad de San Juan, donde una chica, con mucho entusiasmo, nos explicó las maravillas que estaban enterradas en ese parque.
A eso de las 14:00 seguimos rumbo a Talampaya. Para eso tuvimos que retomar el camino a Baldecitos, cruzar a La Rioja y tomar la ruta 26, paralela al límite con San Juan, siguiendo para el norte unos 50 Km., hasta la entrada al parque. Por ser jubilados no pagamos entrada, pero cuando llegamos, unos 10 Km. mas adelante, a la casilla de guarda parques, allí nos enteramos que el paseo se hace únicamente con unas camionetas que tiene asientos en la caja y a un costo de $ 25.- c/u. Los comentarios en el libro de visitantes eran pésimos, ya que consideraban que el mayor éxito era el de llenarlos de tierra y no había agua al regreso como para una mínima higiene. Como no regresábamos nosotros a un hotel fijo y si a un hotel rodante sin ducha, desistimos del paseo y continuamos camino con destino final en San José de Jáchal.
Una vez recorridos los 10 Km. de salida del parque, retomamos el rumbo norte. En Pangacillo un control sanitario nos obligó a comer las frutas que llevábamos y en Villa Unión, con una hermosa vista del Famatina, a mano derecha del camino ( 6.200 m), doblamos a la izquierda tomando la Ruta 40 (¡!). Pronto cruzamos una serranía, paisajes muy bonitos, dunas de arena para jugar y el placer de estar transitando por ¡LA 40!.
Cruzamos el límite y nuevamente en San Juan, poco después de pasar por Agua Hedionda, el camino se divide justo después de un control bromatológico que nos indicó tomar por la izquierda. Ya estaba atardeciendo, el asfalto se transformó en tierra y el camino comenzó a trepar y trepar, la noche cayó llenando de mantos negros el paisaje de montaña y continuamos trepando, cruzando un túnel cavado en piedra blanca, hasta llegar a un dique del que solo se veía el espejo de agua brillando de a ratos por alguna luz que seguramente llevaba algún fantasma iluminando su camino. Bordeando el agua, al camino fue poblándose de casitas, luces de calles y poco kilómetros después apareció San José de Jáchal con sus 19.000 habitantes.
A la entrada, una estación de servicio del ACA, por lo que pedimos autorización para dormir y solucionado ese problema, seguimos rumbo al centro para comer algo. Recorrida por varios lugares que nos indicaban pero todos cerrados: abren después de las 21:30 y como estábamos cansados, rumbeamos para el ACA, Cris preparó una sopa riquísima y nos dormimos pensando en reptosaurios, paisajes, montañas y túneles. ¡Una belleza todo!
domingo, abril 10, 2005
Rumbo a San Juan
Salimos de Jesús María cerca de las 10:00 rumbo a Ascochinga. Llegamos a La Cumbre a las 11:30 y entramos en el Camino de los Artesanos, de aproximadamente 6 Km. de tierra, con varios locales de artesanos al costado. Luego tomamos el asfalto de la Ruta 38, entramos a Los Cocos buscando un lugar para almorzar, que encontramos frente al Descanso (donde esta el laberinto). Comimos unas pizzetas y otra vez al camino: Cruz del Eje – Serrezuela – Límite con La Rioja – Chamical – Patquía. Doblamos luego a la izquierda para tomar la ruta 150 y continuamos por “los llanos riojanos”. Unos Km. más adelante nos encontramos con el lugar donde mataron a Monseñor Angelelli, sencillos homenajes populares mantienen vivo el recuerdo.
Más adelante entramos en San Juan y luego de un par de kilómetros, el caserío de Baldecitos. De allí, por un camino también asfaltado, 17 Km. después, llegamos a Ischigualasto a las 20:30. Por suerte había luces y un guarda parque, con mucha amabilidad, nos dio algunos folletos, nos explicó la excursión del día siguiente y autorizó a dormir en el lugar del estacionamiento. Dormimos entonces en el Valle de la Luna, rodeados de dinosaurios y bajo un cielo estrellado increíble.
Más adelante entramos en San Juan y luego de un par de kilómetros, el caserío de Baldecitos. De allí, por un camino también asfaltado, 17 Km. después, llegamos a Ischigualasto a las 20:30. Por suerte había luces y un guarda parque, con mucha amabilidad, nos dio algunos folletos, nos explicó la excursión del día siguiente y autorizó a dormir en el lugar del estacionamiento. Dormimos entonces en el Valle de la Luna, rodeados de dinosaurios y bajo un cielo estrellado increíble.
viernes, abril 08, 2005
Llegamos a Jesús María - Córdoba
Llegamos a San Francisco y pasamos por lo de unos tíos de Cris. Un placer charlar un rato con Nilda ya que Pedro estaba en el campo. Una hora después seguimos viaje para llegar a Jesús María a las 21:30, con 1294,7 Km. recorridos. Fue un buen viaje.
jueves, abril 07, 2005
Viaje a San Juan (Argentina)
Salimos de Oberá a las 22:45 con el odómetro marcando 74.689 Km. Una noche de calor con relámpagos en el horizonte. Pasando San José comenzó la lluvia que se transformó en diluvio hasta poco antes de Cuatro Bocas que llegamos a las 04:30 del viernes, marcando 485 Km. desde Oberá. Dormí un par de horas y seguimos viaje rumbo a Paraná.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)