Después caminata por el centro de Salta admirando edificios y balcones, y luego de retirar el auto, al Mercado Artesanal que queda en San Martín al 2200. No es lo que buscábamos, pero valió la visita, especialmente por que pasamos por un lugar donde arreglamos la garrafa de gas e hicimos las reservas en “Balderrama” para esta noche. Así que al regresar ya estacionamos en el lugar, nos cambiamos para la ocasión y a las 21:00 hacíamos nuestra entrada triunfal en tan famoso lugar.
Cenamos unas humitas y empanadas que nada que ver con nuestras expectativas y luego el show folklórico con algunos pocos puntos altos y el resto mediocre.
Finalmente nos retiramos antes de su finalización y a dormir a una estación de servicio Shell al pié del cerro San Bernardo, que ya conocíamos y nos recibieron con la misma amabilidad que en todas los otros lugares que paramos.
El sábado 30, a las 09:00 en punto estábamos en Tres Cerritos, junto a cientos de personas más y bus de todos los colores y provincias. Cris preparó su mochila y comenzó la subida hasta el santuario, donde luego estaría la mensajera de la virgen transmitiendo su mensaje a los fieles.
A las 12 comenzaba el rosario y luego los “toques” a cada uno de los fieles que se acercaban a ella. Recién a las 15:30 “bajo del cerro” Cris, cual nuevo Moisés, luego de pasar por su experiencia mística de “acostarse” en la tierra como cinco minutos, luego de recibir el toque de la mensajera de la Virgen, muy contenta con lo vivido.
Fue un día de mucho calor y algo de tierra que removían los bus, por lo que necesitábamos un baño urgente y luego de preguntar en algunos hoteles, completos por ser el día “de la virgen del cerro”, rumbeamos al Camping Municipal donde grata sorpresa encontramos un matrimonio, también en su trafic, que habían estacionado al lado de la nuestra, allá en el cerro. Además era un lugar limpio, ordenado, con buena agua caliente, toma de electricidad y etc. Nuevamente a ordenar Pegaso, disfrutar la ducha de agua caliente, armar las sillitas amarillas y disfrutar de la paz de estar quietos.
A la mañana siguiente, domingo, seguimos en esa paz saboreando el no tener que seguir viaje. Cris se fue caminando de compras y trajo unos bifes para el almuerzo, más puré cheff, más una ensalada, más los pájaros que cantan y la vida que sonríe. Pura vida!
En el camping también había un par de muestras de los equipos que se traen los del primer mundo para transitar por el tercer mundo. A prueba de indios y caminos horribles, además de tanques con agua y combustible de reserva para varios días.
El grupo de la foto son un ejemplo de los “levantes” de mi esposa en la jungla del camping, de izquierda a derecha: un artesano que estaba con un colectivo para vender mas un auto viejo con el que pensaba regresar a su tierra Catamarqueña. El siguiente es un mejicano con grandes proyectos ecológicos, luego la interesada y por último un ejemplar de las Guayanas Francesas, que no hablaba castellano ni tenía un peso, por lo que se lo veía flaco, callado y con hambre.
En ese momento, cambió la historia.
Hoy martes 3 de octubre estamos en Oberá, ya que llegamos ayer a las 16:00 horas. El domingo estábamos en el Camping Municipal de Salta, eran las 18 horas y listos para salir para el centro de la ciudad de Salta, luego de haber ordenado el auto, lavado el piso y vestirnos para curtir la tarde y noche, cuando recibimos un mensaje de mi hermano Luis, comunicándonos del grave estado en que se encontraba nuestra madre. Cinco minutos después, salíamos rumbo a Oberá.
El viaje es largo y el estado de ánimo era de ansiedad, pero por suerte los kilómetros fueron pasando y llegamos a Oberá donde estamos compartiendo en familia estos momentos difíciles.
Llegamos a Oberá a las 16:00 con el odómetro marcando 127.412 Km. (a la salida marcaba 122.270), por lo que hicimos en total 5.142 kilómetros. Lo más destacado del viaje:
El doble cruce del Paso de Jama
Tocopilla: una ciudad puerto hermosa
Los dibujos en el cerro Pintado
San José de Atacama, pendiente para conocerlo mejor
Nuestro encuentro con José Sarapuva.
La experiencia en Tres Cerritos.
El camping municipal de Salta.
La excelente y amable atención en las dos aduanas, tanto a la ida como a la vuelta
Pura vida!