
Una parada para cargar combustible donde descubrimos un loro y Cris quiso una foto

Tres horas después almorzabamos en Battistella, un restaurante sobre la ruta 282 que descubrimos el año pasado. Una hora después seguimos viaje ya con llovizna y llegamos a Lagoa Vermella a las 19:30 y como considerabamos que lo teníamos bien ganado, el tiempo frío, algo de neblina, nos metimos en un hotelito que hacia rato le teníamos ganas y aquí estamos. Por suerte con WiFi por lo que pudimoa escribir este post y mandar un abrazo grandote al cyber espacio. Hay problemas con la balsa en Porto Mauá por la crecida del río Uruguay, quizá tengamos que dar la vuelta por Santo Tomé. Pura vida en un hotelito, Pegaso celoso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario